A pesar de las apariencias, la Aglaonema Silver Bay no es excesivamente exigente en lo que respecta a la luz. Un detalle que la convierte en una opción ideal para interiores que no disponen de buena luz solar. Es más: su resistencia es tal que podemos incluso cultivarla únicamente con luz artificial
Procedente de las selvas tropicales del sur de Asia, es una planta herbácea de carácter perenne. Precisamente este detalle, que es una herbácea, hace que esta planta tenga dos características singulares: por un lado, cuenta con múltiples tallos. Y por el otro, puede llegar a alcanzar el metro de altura. Eso sí: no es una planta apta para impacientes. Porque si algo la caracteriza es, precisamente, su crecimiento lento.
Luz
La luminosidad no es una de las exigencias de esta planta verde. Por sus características, puede vivir en espacios carentes de luz natural y salir adelante en espacios poco luminosos. Esto no significa que no podamos cultivarla en espacios bien luminosos.
Eso sí: con sumo cuidado de que el sol no incida directamente en las hojas. De hacerlo, podrían quemarse y echar a perder nuestra planta.
Le gusta la humedad, pulverizala con agua reposada. También limpiá sus hojas con un paño húmedo cada dos semanas.
Riego:
Sin lugar a duda, el cuidado más importante de esta planta. La aglaonema es una gran amante del agua, por lo que es importante mantener siempre el sustrato húmedo.Pero ojo con esta consideración, porque no nos cansaremos de insistir: esto no es sinónimo de encharcar la planta. Es más: uno de los principales motivos de muerte de esta planta es, precisamente, un exceso de agua. Por eso, tan importante como vigilar de cerca la cantidad de riego es estar seguros de que nuestra aglaonema cuenta con un buen drenaje.